ganarás el pan con el sudor de tu frente

con el sudor y con el frío también

¡tanta comida desperdiciada!. alguna se pudre otra con las heladas, está muy fría y Dios nos da la vida, no para que la desperdiciemos sino para que recemos unos por otros, que aquél flaquea, que otro se está quedando ciego. Que molestamos al vecino y tantos peros...