A Susana mi hija más amada
Yo se que no se pueden hacer milagros, mi queridísima hija SusanaSe también que tu has sufrido mucho, la vida es una luchanadie puede añadir un codo a su estatura, pero yo he estado tanto tiempo sólosin comprensión, ni por unos ni por otros, ahora voy a cenar con mi buen amigo DavidComprendo que las vidas de unos y de otros no llevan a ninguna parte, pero yo he hecho lo que pudeSi Dios quiere viviré y si Dios no quiere moriré. Yo se que allá arriba me espera un galardón muy bonicoHan sido muchos años luchando contra mi enfermedad, no quiero echar la culpa a nadie, pero si se que estoymuy deprimido, me han robado unos y otros, y tu tambíen, yo comprendo que tienes mucha carga acumuladapero a los hijos no se les puede dar de todo, porque sino se desmandan. Y sino me comprendes a mi lee el Evangelio de Jesucristo. Que Él sufrió por todos los pecados de toda la Humanidad y nos dió buenos consejos de vida práctica. Él fué hace muchisimos años médico, maestro, y Rey de todos los hombres, gracias a su Madre la Virgen María Santísima que lo cuido como sólo una Madre puede tratar a un Hijo